miércoles, 24 de junio de 2015

APELLIDO LINARES: Nuestra Señora de LINARES, Navarra

APELLIDO LINARES: Nuestra Señora de LINARES, Navarra: http://www.arquivoltas.com/3-HU-Ribagorza/990373-BenabarreLinares.htm Roque Alberto Faci es el segundo que habla...

Nuestra Señora de LINARES, Navarra












Roque Alberto Faci es el segundo que habla del monasterio,
en su libro Aragón Reino de Cristo y dote de María Santísima,
fechado en 1739. Faci hace referencia a fray Antonio de Santa
María, de cuya España Triunfante, cap. XII, f. 108, tomó la idea
de que Nuestra Señora de Linares se fundó en el año 666 por
Recesvinto, príncipe godo que destacó por su devoción a María
Santísima y que invitó a los benedictinos a ocupar el monasterio
con la obligación de que sirviese al mismo tiempo de hospital de
peregrinos.
Si se pudiese comprobar, cosa que todavía no ha ocurrido,
que el monasterio de Nuestra Señora de Linares fue fundado por
Recesvinto, se podría asegurar que fue el primero no sólo en
Aragón, sino en España.
Los vestigios que quedan y algunos testimonios escritos
apuntan que puede tratarse de un edificio religioso gótico del
siglo XV, pero nada puede asegurarse sobre dicha hipótesis. La
creencia popular es que el monasterio al que pertenecía la iglesia
databa del año 666. Sin embargo, si la Virgen de Linares que se
conserva está catalogada en el siglo XIII –al menos su restauración–
y se tiene la creencia de que es de época anterior y se la
había venerado desde que se fundó el monasterio, teniendo en
cuenta que la historia indica que Ramiro I mandó reconstruir
éste en 1039, es patente que tal hipótesis es falsa.
Sólo se podría salir de dudas si se hiciese un estudio arqueológico
que nos demostrase la falsedad o veracidad de dichas
suposiciones. Esperemos que pueda llegar a hacerse una investigación
a fondo que nos aclare el enigma.




Ntra sra  de Linares



Las primeras noticias que se tienen del monasterio provienen
del libro segundo de la Historia de la Provincia de Aragón de la
Orden de Predicadores, desde su origen hasta el año de mil y seiscientos,
compuesto por fray Francisco Diago y editado en Barcelona
por la imprenta de Comellas en 1599. En él se comenta,
entre otras cosas, que “antiguamente había sido Priorato de
monjes Benitos y había poseído el cuerpo del Obispo de Vermandía,
San Medardo, de nación, Francés, que fue hallado cerca
de la casa en la fuente que hasta hoy se dice San Medardo”.
En el mismo libro se hace referencia a que en el monasterio
de Linares tomó los hábitos fray Pedro Juan Paúl, que fue dos
veces provincial e inquisidor general en compañía del obispo de
Tortosa don Luis Mercader, de la orden de la Cartuja.

Según escriben Sebastián Montserrat Buendía y José Pleyán
de Porta en Aragón Histórico, el monasterio fue ocupado en
principio por los benedictinos, pero fue arrasado a la llegada de
las huestes mahometanas, en el año 714. En su recuperación
resultó fundamental el papel de Ramiro I, hijo bastardo de Sancho
III el Mayor de Navarra, que fue el primer soberano aragonés
como consecuencia del testamento de su padre, que, al
dividir sus estados entre sus hijos, le asignó Aragón con título de
rey. El nuevo reino comprendía los altos valles de los ríos Aragón,
Gállego, Arga y Cinca, del primero de los cuales toma el
nombre.
Los herederos de Sancho el Mayor –Fernando, rey de Castilla,
García, rey de Navarra, Gonzalo, conde de Sobrarbe, y el
propio Ramiro, rey de Aragón– protagonizaron constantes
enfrentamientos entre sí. Ramiro, descontento con el reparto
acordado por su padre y aprovechando la ausencia de su hermano
García, se alió con algunos reyezuelos moros e invadió luchó con
Ramiro, le venció y le despojó de parte de su territorio.
En 1037 Ramiro incorporó a sus dominios los condados de
  Sobrarbe,  Ribagorza  y  Pallars,
que hasta entonces habían pertenecido a otro de los hermanos,
Gonzalo, que murió asesinado cuando luchaba contra Fernando
I de Castilla. A partir de dichas incorporaciones, Ramiro I pudo
recuperar todo lo perdido y empezó sus campañas contra los
musulmanes: se apoderó de Benabarre (1062), que estaba ocupada
por éstos, hizo tributarios suyos a los reyes musulmanes de
Zaragoza y Lérida y venció al de Huesca, pero, derrotado en
Graus, abdicó en su hijo y al poco tiempo murió.
Según Sebastián Montserrat y José Pleyán, fue Ramiro I
quien restauró el monasterio de Linares, en concreto a su regreso
del sitio de Lérida, en 1039. El edificio fue ocupado de nuevo
por los benedictinos, que, para costear la restauración, consiguieron
de los papas que les eximiesen de la jurisdicción de los
prelados de la diócesis de Roda, a la que pertenecían.



Las leyendas que hay tanto del monasterio de Linares como de
su iglesia hablan de su origen visigodo y de la invasión musulmana.
Según las fuentes documentales que se han localizado,
Santa María de Linares fue primitivamente una especie de santuario
que tenía una comunidad de donantes y sirvientes. También
se sabe que después de su construcción quedó a cargo de los
benedictinos.
Por su situación al pie del camino del Coll, que era una
importante vía de comunicación de la época, la finalidad principal
de la casa de Linares fue proporcionar hospitalidad a los viajeros,
peregrinos y transeúntes de toda clase, al mismo tiempo
que era lugar de estudio y cultura y su iglesia, un recinto para
encontrarse con Dios.
La primera referencia documental data de 1241, y es muy
probable que en esas fechas la iglesia de Linares dependiese de la
de Benabarre, ya que en sus principios pudo haber estado relacionada
con las órdenes militares, en concreto con la orden del
28
Provecta Aetas
Interior del convento. Nave del crucero. Lado septentrional.
Santo Sepulcro

y posiblemente con los monjes del Císter, según
una tradición que no ha podido ser documentada.
Sí se tiene constancia de que en 1274 un monje llamado Nicolás
fue procurador de Santa María de Linares y, con la aprobación
de Guillermo Bernat de Fluvia, patriarca de Ribagorza y
rector de Benabarre, cambió una tierra del término de Benabarre
por otra de la ribera de Linares. Figura al lado del monje Nicolás
fray Dominico de Laguarres y Bona, y ambos aparecen en
1278 en el censo correspondiente a un campo en la partida de
Ollocáns.
En 1305, el procurador de Ribagorza provee de eremita a la
iglesia de Linares a instancias de Arnau Juglar, justicia de Ribagorza,
en la persona de Doménech Cuba, con la obligación de
pagar 9 sueldos por año y de dar hospitalidad a los pobres. En
1345, el hospital de Linares obtiene una importante bula de
indulgencias que favorece la llegada de limosnas.
El crecimiento patrimonial fue tal que en 1413, con la valiosa
aportación de la villa de Benabarre y de los condes D. Juan de
Aragón y D.ª María de Junquers, su madre, se crea un convento
de frailes que se entrega a la orden de Santo Domingo de Guzmán.
Éstos permanecieron instalados en Santa María de Linares
hasta la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX y dejaron
el monasterio en 1836.

http://habitantesdelanada.blogspot.com.es/2013/02/el-monasterio-de-nuestra-senora-de.html
http://www.unizar.es/ice/uez/wp-content/uploads/2008/04/III-LINARES.pdf




                              MARIA DE JUNQUERS
                  LA JUANA DE ARCO DE ARAGON

                                      
                             


María de Junquers dictó testamento el 2 de octubre de 1481 hallándose muy enferma en la villa de Azanuy, enfermedad a la que sobrevivió. Consolada por el encumbramiento de su hijo D. Juan de Aragón, conde de Ribagorza, falleció finalmente en 1506 en Benabarre y fue sepultada, por deseo propio y de su hijo, en el convento de Linares. En aquel momento, éste estaba regido por miembros de la orden dominica, de cuya casa fueron declarados protectores tanto la madre como hijo. María de Junquers fue enterrada en el presbiterio bajo una losa de granito de considerables proporciones, cuya inscripción hace patente el cariño de sus hijos y la veneración de la comarca a la que estuvo tan vinculada. La inscripción reza así: 35 El monasterio de Nuestra Señora de Linares AQUI YACE / LA MUY MAGNIFICA / SEÑORA DÑA. MARIA DE / JUNQUERS; NATURAL DEL / AMPURDAN, MADRE DEL / ILUSTRISIMO DON JUAN / DE ARAGON, DUQUE DE / LUNA, CONDE DESTE / ESTADO, LA CUAL SEÑO- / RA FALLECIÓ EN ESTA / VILLA. / AÑO DE MIL Y QUI- / NIENTOS Y SEIS EN EL / MES DE MAYO A QUINCE, / CUYA ANIMA DIOS TENGA / EN SU GLORIA. / AMEN. 36 Provecta Aetas Lápida sepulcral de D.a María de Junquers. La imagen de Nuestra Señora de Linares, la losa de la tumba de D.ª María de Junquers y un libro de horas, las tres cosas pertenecientes al monasterio de Nuestra Señora de Linares, se encuentran en la actualidad en el museo parroquial de Benabarre. ¿Quién fue y de dónde procedía María de Junquers? Fue una gran mujer, muy vinculada a Aragón, sobre todo a Ribagorza, que merecería ser investigada y estudiada. Nació, de familia de alcurnia y poderío, en el Mas de Junquers, en las Planas de Hostoles (Gerona), y fue hija de Gregorio Junquers, teniente general de galeras y costillón de la villa de Rosas. Conviene explicar que el condado de Ribagorza y la baronía de Arens habían sido asignados por el rey Juan II a su hijo natural Alfonso de Aragón. Entre los fueros que tenían los ribagorzanos, uno de ellos les daba derecho a emanciparse en el caso de que les fuese asignado un señor que no fuese de filiación legí- tima, pero de nada les sirvieron sus protestas, ya que Juan II tenía debilidad por Alfonso por ser de una corpulencia nada común y muy atrevido. Desde 1465 se repitieron los decretos que confirmaban a Alfonso como dueño del condado sin apelación posible. Durante la guerra por la Garrotxa y el Ampurdán, el conde Alfonso descubrió en el Mas de Junquers a María, niña de catorce años, y encargó a su criado Francesc Salat que la raptase durante la noche y la mandase esconder en uno de sus castillos fortaleza, que posiblemente no había visitado nunca, pero que ofrecía garantías para que no pudiesen encontrarla: se trataba del castillo de Benabarre. Allí la tuvo retenida y a su disposición, y en ese castillo María le dio dos hijos: Juan y Leonor. 37 El monasterio de Nuestra Señora de Linares En 1468 se reunía con urgencia en Benabarre el Consejo General de Ribagorza. Ciprián de Mur, señor de Pallaruelo y procurador del condado, tenía órdenes del rey de reclutar soldados para luchar contra las tropas francesas que pretendían pasar por el valle de Arán. Los consejeros dudaban, pero María de Junquers se presentó ante ellos y, como hija de buen militar y con una valentía nada común en una mujer, organizó y aleccionó a los hombres que bajo su estímulo se aprestaron a la batalla. Así, Ciprián de Mur hizo huir a los enemigos. El 28 de julio de 1473 estaba reunido el conde Alfonso con su padre Juan II en Perpiñán, y allí les sorprendió la noticia de que Ribagorza sufría otro intento de incursión francesa, que ya había llegado hasta Torla. María, de nuevo, sin que nadie se opusiera, puso en pie de guerra a las tropas, dictó medidas urgentes y Ciprián de Mur, Benito March y Fernando Angulo le ayudaron a defenderse de los franceses, que fueron expulsados el 16 de septiembre. Con la noticia de la victoria, el rey Juan II se enteró de la existencia de María de Junquers y de sus hijos, a quienes envió 10.000 florines de oro para su sustento y reconoció como nietos, al tiempo que nombraba a su madre María de Junquers gobernadora de Ribagorza. Alfonso tuvo varias amantes más y con ellas hijos ilegítimos, pero al final se casó con Leonor de Sotomayor y Portugal, matrimonio al que se opuso su padre, que, pese a todo, no pudo evitarlo. El rey, al ver burlada su autoridad como rey y como padre, dispuso que todas las posesiones de Alfonso pasasen a Juan, hijo de María de Junquers, la cual regía con mano segura y enérgica el condado de Ribagorza y había hecho de su cárcel un refugio seguro para ella y sus hijos. 38 Provecta Aetas Cuando en 1478 el concejo de Perarrúa tomó acuerdos ante el notario de Graus, se identificó al conde como Juan de Aragón, es decir, portaba el apellido de la casa real. El 19 de enero de 1479 falleció Juan II y recomendó en su testamento que devolvieran las posesiones a su hijo Alfonso, pero en esta ocasión María defendió Ribagorza con valentía y no la cedió. Su hijo Juan de Aragón acudió a las Cortes de Calatayud con el título de conde nominal a pesar del desprecio de su padre. María de Junquers se mantuvo firme en defender sus derechos y los de sus hijos, a quienes nadie aseguraba su porvenir, y Juan de Aragón no renunció al condado a pesar de las demandas de sus hermanastros. En diversas ocasiones, el nuevo conde prestó servicios muy valiosos a su tío el rey Fernando el Católico, hasta el punto de reconocer éste que Juan era su sobrino más esforzado y prudente, por lo que le nombró lugarteniente general de Cataluña. Se decía de él en sus días que “nadie voló más alto después del rey”. Según creencia popular, que de pasada se comenta en la Enciclopedia Catalana en el libro Cataluña Románica, tomo XVI, pp. 83-84, el monasterio y la iglesia de Nuestra Señora de Linares pertenecieron a la orden del Císter. De hecho, llama la atención que las columnas que sustentan los arcos de lo que se supone sería el claustro están desprovistas de adornos. Son completamente lisos tanto los basamentos como el fuste y los capiteles, algo muy característico de la orden del Císter y en contra del boato y ornamentación de la arquitectura de los benedictinos de Cluny.



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